Recuerdos 1

Ahi estaba yo ese día, era un domingo, día familiar, comida en el campo.

Estaba sentada, bajo un árbol, cuidaba a los escuincles mientras ellos jugaban *juegaban diria mi primo el menor* en el río. Mientras los veía pensaba en que haría mañana, digo, el lugar donde estaba no se prestaba para hacer mucho que digamos.

uno de mis primos se me acercó y me dijo que Álvarito no lo dejaba entrar a su "fuerte", hizo con piedras una barda que le almacenaba más agua, ya saben, lo que hacemos casi todos los ñiños. Y ahi voy de intermediaria.

Después de dialogar con el niño, por fin accedío a dejar entrar a todos los escuincles y me regresé a mi lugar.

Así pasó un rato, ellos mojándose y yo pensando en la inmoralidad del cangrejo. Ya llegó la hr de regresar al pueblo, no tardaba en caer el sol y la verdad es que mis respetos al bosque de noche, sobre todo en donde la sierra tiene tanto animal salvaje como aún lo hay ahí.

Regresé al pueblo, y comencé a repartir a los niños, cada uno en su casa. Al último quedé con uno de los peques, ya que ambos nos quedábamos ese día en casa de mis abuelitos. Llegando lo primero que hice fue bañar al niño, le puse la pijama y fuimos a la cocina, donde como siempre, estaba mi Manina *abuelita* cocinando la cena.

Y como era costumbre, olía riquísimo. Había preparado huevos con jamón y calentado unas deliciosas tortillas de harina, que previamente había preparado Doña Pancha, la vecina.

Cenamos y me lleve a mi primo a dormir; cuando al fin se quedó dormido, subí al patio, que está en desnivel, a fumarme un cigarro. Era pleno verano, así que el clima estaba delicioso. Fresco, hacía viento, pero suave. Terminado el cigarro bajé a platicar con mi manina mientras yo lavaba los platos.

Me contaba las cosas y travesuras de mis primos cuando se quedaban a su cuidado y reíamos. Cómo los niños tienen tantas ocurrencias. Jamás me cansaré de decirlo, los niños son listísimos, a veces, mas que los adultos.

Y bueno, ella se fue a dormir temprano, como siempre acostumbraba. Yo me fuí a mi recámara y vi tele un rato. Me quedé dormida, no me di cuenta de la hr.

A la mañana siguiente, después de levantarme y desayunar, me metí a bañar, me arreglé y fuí a comprar unas cosas que me encargó mi manina, para la comida. Fuí al mercadito, y de ahí me pasé a comprar una nieve de las de la Plaza, y saliendo de ahí, en una de las bancas estaba ahi sentado, pensativo. Me llamó la atención, porque su mirada era fuerte, usaba barba de candado y milagro del señor! no traía texana, como muchos de los que ahí viven. Les mencioné que es un pueblo?? ah, pues por eso.

Entonces, entre sus pensamientos el sólo volteó su mirada hacia donde estaba yo, inmediatamente me volteé y seguí mi camino, como si no lo hubiera visto. No se si serían los nervios de que "me cachó" o realmente me siguió con la mirada un rato mas, cuando di vuelta a la esquina me sentí un poco mas aliviada.

Regresé a la casa, ayudé con la comida, y como a eso de las 5 llegó mi primo Carlos, al fin!!! Lo que pasa, es que es el único primo de mi edad soltero, y con el que me puedo ir de parranda. Asi que le serví de comer, después se fué a bañar, ambos nos alistamos y nos fuimos a un nuevo bar.

Estuvimos bebiendo cervezas y platicando de todo lo que nos había pasado desde el invierno que no nos veíamos, y decidimos jugar billar. Estábamos en pleno juego, cuando decidí ir por otra cerveza. y ahí, en las bancas de la barra, estaba él sentado. No me había visto, yo a él si, asi que me acerqué, dejando entre ambos, dos bancas de distancia, y pedí mi cerveza, me di la vuelta y nuevamente sentí la mirada, pero me fui hasta la mesa.

Seguí jugando con mi primo, como por una hora, después me dijo que iba a saludar a un cuate, lo esperé en la mesa y sentí que alguien se acercaba, pensé que era el mesero, por que quería pedirle una chela mas, cuando voltée para decirle... sorpresa!!! era Él!!

Me quedé muda...

Se acercó a mi, sonrió y me saludó:

-Hola!
-Hola! que tal...
-Puedo sentarme?
-Si, claro...
-Espero que no se moleste tu hermano
-jajaja *risa nerviosa* no, es mi primo, pero no, no hay bronca...
-ah ya... bueno, y como te llamas?
-Karina y tu?
-Pablo, muSho gusto Karina
-igualmente O=)

*nótese que estaba yo en el norte, por eso el muSho

Nos quedamos platicando buen rato, sobre a lo que nos dedicábamos, que nos gustaba, hasta que...

-no eres de aqui, verdad??
-jaja no
-si, lo noté en la forma que hablas pues
-si, bueno, mis primos me dicen guasha
-ah! jaja y de donde eres?
-de Guadalajara
-ah ya, hace poco anduve por allá, es bonito
-si, me gusta mucho mi tierra
-y que haces por aqui? de visita con la familia?
-asi es, vine de visita y a ver unos negocios con una de mis tias.
-ah mira que bien, y, puedo preguntar en donde te quedas?
-en casa de mis abuelos, mi abuelo es Don Teco Morales
-aaaaah ya!!! si, claro, sé donde viven

Y después de charlar, se acercó mi primo, que había ligado y que si no había bronca si me quedaba y mas tarde pasaba por mi, Pablo le dijo que si no había inconveniente, el me llevaba a casa de mis abuelos, mi primo le dijo que estaba bien, se despidieron como si se conocieran de tiempo y después Pablo me contó que *obvio* se conocieron en la secundaria; digo obvio, por que es un lugar chico.

Esa noche me divertí mucho, jugué billar con Pablo, platicamos, nos emborrachamos, bailamos... me dijo que si ya me llebava o podíamos quedarnos más tiempo. Le dije que no tenía prisa, nos tomamos una cerveza más y salimos. Hacia un poco de fresco, confiando en el clima veraniego yo no me llevé sueter o chamarra, pero el cargaba con una de piel, tipo motociclista, y.. adivinen!! si, tenía una motocicleta, nos montamos en ella y me dijo:

-quiero mostrarte algo, que, si alguna vez viste, seguro lo extrañas... si no, te va a encantar...

Tomamos carretera y llegamos unos 5 kilometros antes del entronque a la carretera del siguiente pueblo... no se veía nada, era genial. Nos bajamos de la moto, me tomo de la mano y subimos un montecito, perqueño, pero con sumo cuidado, era de noche y no se veía nada, eran alrededor de las 4 am.

Llegamos a la cima y me dijo, mira, ve hacia arriba!
Voltée y... por dios!!! era hermoso!!! hacía aaaaaaaños que no veía un cielo tan estrellado, es más, se podía ver claramente la vía láctea... o eso parecía, pero de que estaba completamente estrellado, lo estaba, y, por lo menos, conté 5 estrellas fugaces.

Estuvimos como una hora ahí y a ambos nos empezó a dar sueño, más a mi que a él. Así que tomamos camino de regreso. Llegamos a casa de mis abuelos, me dió las buenas madrugadas, me dijo que pasaría por mí para ir a cenar y se fué. Yo entré a casa de mis abuelos y mi manina ya estaba de pie, eran las 6 am, le di un beso, me sonrió, como siempre con esa sonrisa tierna, y me fui a dormir. No supe de mi hasta alrededor del medio día.